proyecto319483comcaac-Problematica

Presentación del problema nacional

 

 Descripción clara del problema nacional

 

El pueblo indígena comcaac (seri) comparte la problemática nacional de los pueblos indígenas de México, ya que es el sector social que presenta los índices de desarrollo humano más bajos del país, concentra pobreza extrema, vulnerabilidad en materia de impartición de justicia, y presenta profunda discriminación multidimensional (PNUD, 2010: 39). (CDI, 2006:11), CONAPO, 2012), (SCJN, 2013) (CONAPRED, 2011). Por ello, esta propuesta se enmarca en la Declaración de la Naciones Unidas sobre los Derechos Universales de los Pueblos Indígenas (2008) a la que México se suscribe desde el Art.1º de la Constitución Política, además de reconocerse como una Nación Pluricultural.

 

México tiene el 2º lugar mundial en riqueza biocultural, debido principalmente a sus pueblos indígenas y a su mega diversidad biológica (Toledo y Barrera, 2008; Boege, 2008). Sin embargo, los pueblos han expresado baja y regular seguridad hídrica y alimentaria la cual está relacionada con sus muy altos grados de marginación, una baja seguridad energética y un despojo territorial (incluyendo el agua) histórico y estructural (Luque y Ortiz, 2020). La atención de los pueblos indígenas de México y la protección de la diversidad biocultural, son prioridad del Plan Nacional de Desarrollo, 2019-2024 (SEGOB, 2019). En octubre de 2019 la comunidad comcaac recibió la visita del Presidente López Obrador y en Agosto de 2021, el Presidente declaró que se implementaría un Plan de justicia, agua y territorio, para los comcaac, similar al que se está emprendiendo con la comunidad yoeme (yaqui). Importa resaltar la transición agroecológica que está emprendiendo el gobierno federal con un fuerte énfasis en los territorios indígenas, de la cual el CONACYT forma parte entre otras instituciones como SEC-BIEN- ESTAR, SEP, INPI, SEMARNAT (La Jornada, 18/Sept/2021). Los comcaac conforman un pueblo prehispánico que tiene al menos 2000 años habitando la costa central del Desierto de Sonora y el archipiélago de las grandes islas del Golfo de California (Bowen, 1976). Son un pueblo transhumante del mar y del desierto, con una fuerte orientación en el manejo de los humedales estuarinos con bosque de manglar. Desde entonces, han sido pescadores del mar siendo su principal alimento las tortugas marinas, los peces y los moluscos, así como el xnoiz (trigo marino, zoostera marina). Lo que complementaban con la caza de venado, así como la recolección de cactáceas y gran diversidad de flora que aún conforma su medicina tradicional. La cultura comcaac es única en el mundo, tanto porque su lengua materna, el cmique iitom, está considerada como una familia en sí misma y que sólo ellos la hablan ( Moctezuma, 1991), como por la singularidad del aprovechamiento de sus recursos naturales, que se expresa en múltiples expresiones artísticas, gastrónomicas y productivas,  lo cual se traduce en un acervo de conocimientos milenario y endémicos (Felger y Moser, 1985; Nabham, 2003; Monti, 2003; Luque y Robles, 2006; Moser-Marlett, 2014; Narchi, 2015). Lo anterior está mediado por una cosmología que se caracteriza por un modo de relación sociedad-naturaleza intersubjetiva y que además se refleja en ordenamientos territoriales que incluyen los principios de la sustentabilidad ambiental (Leff, 2004; Luque y Robles, 2006; Descola, 2012). Es decir, el legado biocultural comcaac es de gran relevancia para enfrentar los desafíos que enfrenta la humanidad.

 

Es por esto que la presente propuesta tiene como marco epistémico Hant iti hayai quiij hapéte quih cmis, que, en la lengua materna de los comcaac, refiere a la cosmología de la Madre Tierra, una noción compartida por los pueblos originarios, con alta diversidad de manifestaciones. Esto implica no sólo un quehacer interdisciplinario, sino intercultural. Implica un Diálogo de Saberes (Leff, 2017).

 

El nexo entre seguridad energética, hídrica y alimentaria, cuenta con argumentos científicos. El cambio climático y la escasez de agua están reestructurando drásticamente la agricultura y degradando las tierras cultivables al tiempo que ponen en riesgo la seguridad alimentaria, la salud humana y el bienestar comunitario (IPCC, 2019; Porter et al., 2014; Smith et al., 2014; Wheeler y von Braun, 2013). Mantener la seguridad alimentaria sin compro- meter aún más los recursos naturales requiere enfoques holísticos pero pragmáticos que satisfagan las crecientes demandas de alimentos al tiempo que reducen las demandas de energía y agua (por ejemplo, Barron-Gafford et al., 2019) y abordan la salud agroecológica, la salud humana y la pobreza rural (Zimmerer y Haan, 2017). Las tierras áridas y semiáridas se encuentran en la primera línea de la crisis de seguridad alimentaria del cambio cli- mático, y actualmente experimentan desafíos que gran parte de la población de la tierra pronto podría enfrentar (Huang, Yu, Guan, Wang y Guo, 2016).

 

Reconstrucción histórica

 

Se estima que la población comcaac a la llegada de los españoles a su territorio, era de alrededor de 10 000 personas, la cual fue drásticamente diezmada por efecto de la colonización, entre guerras, enfermedades y una política de Estado de exterminio en el siglo XIX (Moser, 1961; Sheridan, 1977). Para principios del S. XX los comcaac tenían menos de 120 personas. A raíz de los cambios constitucionales derivados de la Revolución Mexicana de 2017, la población inició una recuperación que sigue vigente, aunque con muchas dificultades económicas, alimentarias, de salud y de riesgo de desplazamiento lingüístico.

 

Los primeros actos de apoyo oficial a la comunidad comcaac datan del año 1937 con la creación de la Cooperativa pesquera Seri, a través de la cual, reciben equipo de pesca para iniciar con una incipiente pesca comercial regional. Con lo anterior, también surgen pequeñas iniciativas de apoyo en materia de salud y educación, motivos por los cuales surge la sedentarización en los poblados de Desemboque y Punta Chueca, en la costa continental, dejando atrás la trashumancia en la Isla Tiburón y la costa. Es en la década de los años 50s cuando ya se instala la economía de intercambio monetario (Santillán, 1993), pues hasta entonces, los comcaac habían sobrevivido en un modo de autosubsistencia, aunque con intercambios en especie, desde el periodo prehispánico. Asimismo, en 1953 se funda la primera escuela pública en el poblado de Desemboque (Sandoval, 2000) marcando un punto de inflexión en el proceso de transformación de la cultura comcaac.

 

Para el año 1970 y 1975 logran los decretos presidenciales de la restitución territorial en formato agrario, el Ejido Desemboque y su anexo Punta Chueca (86 935.73 ha) y los Bienes Comunales Isla Tiburón (118 951.73 ha), respectivamente. En 1975 también se reconoce el Canal del Infiernillo (70 000 ha) y el litoral de la Isla Tiburón, por decreto presidencial, como Zona de Exclusividad Pesquera. Asimismo, inicia el Plan de Desarrollo Seri en 1974 (Santillán, 1993) mediante el cual se construyen las primeras casas de material de construcción, instalación de tinacos de agua, una escuela, entre otras infraestructuras. Sin embargo, la demanda comunitaria de agua potable de 1975 y de energía eléctrica, sigue aún sin cumplirse cabalmente. A partir de este periodo, las altas tasas de mortalidad infantil comienzan a superarse y con ello, aumenta el crecimiento demográfico.

 

Actualmente la población, de cerca de 1100 personas, está asentada en dos localidades: Desemboque, Municipio de Pitiquito, y Punta Chueca, Municipio de Hermosillo, en el Estado de Sonora, aunque según el INEGI 2010, algunos hablantes han sido registrados en 12 estados del país, tanto en zonas urbanas como rurales.

El territorio también sufrió una fuerte reducción (Ver Fig. 1.), quedando la porción alrededor de Taheöjc (Isla Tiburón). El territorio comcaac está conformado por tres dimensiones que aún están incidiendo en la territorialidad contemporánea: la ancestral o simbólica, la agraria y la ambiental. La primera refiere a la memoria histórica y biocultural narrada por los antepasados y expresada en la toponimia, que en su defensa, adquiere el carácter de territorio sagrado. El territorio agrario se conforma por los dos núcleos agrarios arriba mencionados y el Canal del Infiernillo, que hoy por hoy, es a los que realmente pueden aprovechar para sobrevivir. El territorio ambiental refiere a que este se ubica en la cuenca baja del río Sonora (ahora seco por efecto de la agroindustria y de la ciudad de Hermosillo) y la zona marina e insular. La Isla Tiburón es parte de la Reserva de la Biósfera Islas del Golfo de California, las que a su vez, han sido reconocidas como Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO. El Canal del Infiernillo se considera un complejo de humedales, conformado por 9 esteros, pastos marinos y arrecifes, por lo que está certificado como Sitio Ramsar. Tanto la Isla Tiburón como el Ejido Desemboque están registrados como UMAs por la Semarnat.

 

Los comcaac aspiran al ejercicio pleno de su derecho a la libre autodeterminación (ONU, 2007). Por ello, han conformado un sistema político en el que interviene la tradición de los antepasados con las formas de representación que exige la Ley agraria. Cuentan con un Consejo de Ancianos y con un Gobernador tradicional que por acuerdo comunitario, es un cargo que asume aquel que es elegido en asamblea como presidente de Bienes Comunales Isla Tiburón. Como parte de esta organización política, están los cargos del Comisario del Ejido Desemboque y los regidores étnicos de los municipios de Pitiquito y Hermosillo. Todos son elegidos mediante el sufragio, excepto el presidente del Consejo de Ancianos, pues es un cargo honorario de linaje familiar. Como es de suponer, la organización política presenta una fuerte lucha de los grupos internos, pues están presionados por las dinámicas políticas de las instituciones gubernamentales en turno, así como de los intereses de grupos económicos enfocados en el usufructo del manejo cinegético, de la pesca y del turismo. A pesar de esto, es de admirarse, que la comunidad comcaac aún tienen el control de sus gobernantes y hacen constante uso de la revocación del mandato.

 

A pesar de que su territorio se encuentra en relativas buenas condiciones de conservación biológica, la comunidad comcaac presenta un grado de marginación alto y una gran demanda por fuentes de empleo y educación pertinente, lo cual es una problemática que se complejiza con la falta de agua potable en cantidad y calidad suficiente, así, como un abasto de energía eléctrica, de manera estable, suficiente y asequible. Las actividades productivas por orden de importancia son: la pesca ribereña, la artesanía, elaborada principalmente por mujeres, el manejo cinegético de especies carismáticas como el borrego cimarrón, venado bura, y otras de menor importancia. El ecoturismo es una actividad que ha ido adquiriendo importancia en la economía local. La unidad productiva continúa siendo la familia extensa, y es la base de una organización en mayor escala. Sin embargo, todas estas actividades productivas se encuentran inhibidas por factores como la falta de luz, de agua potable, de comercialización justa, lo cual a su vez se relaciona con los bajos niveles educativos y la falta de apoyo asertivo gubernamental. (Diagnóstico comunitario 2021, Consulta comunitaria de este proyecto, ver Anexos)

 

Por otro lado, son notorios los efectos del cambio climático, tanto por la afectación al régimen pluvial, de por sí es- caso (100 mm en año y medio) el aumento de las temperaturas (40 grados centígrados o más, durante 120-160 días al año), así, como el aumento del nivel del mar. Esto, junto con una creciente sobreexplotación de los recursos pesqueros por la pesca regional, la sobreexplotación de los acuíferos por la agroindustria y el secado del delta del río Sonora, la intrusión salina a los pozos, ha aumentado la inseguridad hídrica (Luque, et. al, 2012) y alimentaria. La dieta tradicional, muestra claras señales de desplazamiento por una dieta alta en carbohidratos (Luque, et. al. 2016) lo que está generando el que esta comunidad presente una prevalencia en diabetes del 30%, es decir, el doble de la media nacional (Robles, 2016).  Debido a la pandemia del Covid 19, todas las actividades productivas de la comunidad comcaac están severamente afectadas y con ello, y el riesgo de la inseguridad alimentaria aumenta.

 

El abastecimiento de agua, que aún no es potable, del poblado de Desemboque, proviene de un pozo que se alimenta de los acuíferos del arroyo San Ignacio, el cual constantemente se ve en problemas por los altos costos de la luz que la comunidad tiene que pagarle a la CFE. Por otro lado, Punta Chueca, no cuenta con acuíferos cercanos viables y los proyectos de desalación de agua del mar datan de la década de los 90s. A la fecha se han insta- lado varias plantas desaladoras que por falta de mantenimiento terminan por descartarse y son sustituidas por pipas de agua, que nunca han concretado un buen servicio y que tampoco se puede decir que han tenido acceso al agua potable, en cantidad y calidad suficiente, como la marca el derecho humano en el Art. 4º de la Constitución.

 

Recientemente se instalaron paneles para 30 de las 50 casas de Desemboque con una subvención de la Fundación Hannold, pero menos de un tercio se ha conectado debido a los continuos conflictos de papeleo con la CFE. Hubo una importante capacitación comunitaria, llevada a cabo por Gary Nabham y Laura Monti, sobre la energía solar, en particular con un grupo de mujeres llamadas “Mamás solares”. Como parte de esta iniciativa, durante el verano de 2020 se plantaron 20 huertos familiares con cultivos comestibles, para aumentar la seguridad alimentaria, pero todos los cultivos murieron por la falta de agua.

 

En el mes de septiembre del presente año (2021), se realizó trabajo de campo (T.C. 2021) en los poblados de Desemboque y Punta Chueca, mediante observación participante, entrevistas a profundidad con autoridades tradicionales, talleres de consulta con representantes de diversas asociaciones del poblado, consulta bibliográfica de académicos y estudiosos locales, con el propósito de actualizar el conocimiento que se tiene de los temas, energía, agua y alimentación. (Ver anexos de consulta comunitaria)

 

El consumo del gas licuado solo lo utilizan en su economía doméstica con grandes reservas para cocinar, (calentar el agua para la higiene personal es un lujo que no se permiten) ya que, aunque al menos el 90% de familias tienen estufa. Conseguir combustible es casi imposible, tienen que transportarse a otros poblados o pagarlos a más del doble en la localidad, las familias reportan que gastan hasta 600 pesos al mes en gas. Por lo que el cocinar con leña y parrillas al ras del suelo continúa siendo una práctica cotidiana y en la medida en que crece la población esta leña se escasea y caminan kilómetros para obtenerla. (Ver anexos de consulta comunitaria)

 

Con respecto al uso y consumo de gasolina para movilidad de autos y embarcaciones de pesca, se observó que al igual que el gas, la gasolina dentro de los poblados tiene un elevado costo, hasta 40 pesos por litro, lo que impacta a los pescadores locales y los pone en seria desventaja en el mercado regional. Los pocos comcaac que son dueños de equipo de pesca no cuentan con subsidio a la gasolina o donde comprarla al precio del mercado, ni hay infraestructura adecuada para darle valor agregado. Las condiciones actuales de la infraestructura eléctrica, postería, transformadores y cableado, provocan deficiencias en el suministro del pueblo, lo que impide contar pescaderías o cuartos fríos para preservar su producto y distribuirla a precios justos. (Ver anexos de consulta comunitaria)

 

El abasto de energía eléctrica, de manera estable, suficiente y asequible en los hogares comcaac, no existe. La red de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) llegó a Desemboque en el año 1988 y a Punta Chueca en el 2004, a un costo muy elevado para la capacidad de pago de estos usuarios, en un esquema de cobro difícil de cumplir para la economía local, ya que en los dos poblados se tienen periodos de carencia marcados por las vedas de pesca. Los hogares no tienen medidor de consumo, el cobro es estimado y no medido. Tampoco tienen manera de pagar el servicio dentro de la comunidad. Con el paso del tiempo, estos factores han hecho que el adeudo por el servicio eléctrico haya alcanzado niveles impagables, proliferando conexiones clandestinas altamente peligrosas. Adeudos que han dejado por meses en verano, sin suministro de la energía al pozo que provee de agua a Desemboque y a la desaladora de Punta Chueca, únicas fuentes de agua potable de ambos poblados. Teniendo que depender del acarreo por intermediación municipal o particulares pagando de 3000 a 5000 pesos por pipa de agua. (Ver anexos de consulta comunitaria)

 

En el trabajo de campo de este proyecto (sept.2021) también se observó la situación de las condiciones de conectividad digital. En ambos poblados no hay cobertura de red celular y solo un grupo muy reducido cuenta con internet satelital, afectando de manera importante el derecho a la educación, salud, seguridad pública y desarrollo económico. En cuanto a educación primaria, telesecundaria y telebachillerato, aportan $900 pesos mensuales más 7000 mil pesos por gastos de instalación. La deserción universitaria ha crecido debido a la falta de esta conectividad. Las familias en Punta Chueca informan que están pagando alrededor de $650 pesos por 2MB. Durante la pandemia del Covid 19, el internet para promotoras de salud ha sido fundamental para atender esta problemática al auxiliarse con el esquema de telemedicina, a falta de medico en el Centro de Salud en ambos poblados. (Ver anexos de consulta comunitaria)

 

Análisis de los cinco tipos de obstáculos

 

  1. Los obstáculos normativos que impiden el cambio a energías renovable en los dos poblados comcaac. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) responsable de proveer servicio eléctrico a toda la nación, hace posible la interconexión para transitar a energías limpias, en este caso energía solar a través de panel solares. Para lo que es necesario flexibilizar la aplicación de normas, reglamentos y obligaciones hacia los usuarios en situación de marginación, coadyuvando para que su situación de desventaja hacia los efectos del cambio climático sea menos perturbadora y ellos mismos sean un factor de cambio sustentable para la totalidad de la vida.Esta misma Comisión haría posible proveer de conectividad digital gratuita. y sería un agente de cambio al hacer posible diversificar y capitalizar las actividades económicas que impidan mayor deterioro de sus recursos naturales.

 

  1. Los obstáculos inherentes a los modelos tecnológicos ante los nuevos retos: cambio climático, de energía, recursos naturales, salud pública y calidad de vida. La población comcaac ha crecido 10 veces en un siglo y con ello las demandas energéticas. Sin embargo, la adopción de nuevas tecnologías, entre ellas las relacionadas con el uso de energía y la conectividad ha sido lenta, ineficiente e inestable.

 

  1. Los obstáculos representados por actores públicos y privados que inhiben la transición energética. Un obstáculo observado y expresado por las personas de ambos pueblos es que los actores públicos que toman decisiones, no se acercan a los pueblos a preguntarles sobre sus problemas actuales y consultarles sobre soluciones informadas, posibles y adecuadas a su entorno y realidad. “nosotros que nacimos, crecemos y morimos aquí sabemos cuáles son nuestros problemas y soluciones, vengan a preguntar” (Mina Barnett, T.C. 2021).Por otro lado, la transición hacia el uso de las energías renovables requiere de una fuerte inversión inicial, por lo que es prácticamente difícil para la comunidad adquirirlas sin una fuente de financiamiento externa. Actual- mente las empresas privadas que proveen tecnologías limpias en la región son de pequeño tamaño por lo que se ven limitadas a financiar este tipo de proyectos y no visualizan una oportunidad de mercado en comunidades vulnerables. Irónicamente para algunas familias, el gasto en recargos por servicio interrumpido, el costo de cableado para conexión por su propia cuenta justificaría la inversión en fuentes de energía limpia como sistemas fotovoltaicos interconectados, que generarían ahorro familiar. De igual manera, el costo de combustible al doble de precio en la comunidad justificaría la inversión en sistemas de producción de bio-diesel o hidrógeno para la movilidad de lanchas y vehículos.

 

  1. Los obstáculos de paradigmas de pensamiento dominantes y uso de energía. Los paradigmas más antiguos y dominantes que han afectado el cambio de tecnologías limpias en general son: “la energía es para el que la pueda pagar” y “no importa qué tan contaminante sea la fuente de energía, usemos la más barata”. En cambio, un nuevo paradigma que observamos en estos poblados es que el uso de energías sostenibles y sustentables es un derecho humano para un Buen Vivir. No obstante, un servicio eléctrico basado en energías renovables permitiría ofrecer electricidad más barata a largo plazo y estaría dentro de la capacidad de pago de la comunidad comcaac. Asimismo, la inequidad de género expresada por las mujeres en ambos poblados es un obstáculo importante para su participación activa en el proceso de desarrollo. Ejemplo de ello, es la falta de apoyo para su desarrollo empresarial, atención médica especializada, empleo digno para profesionistas o técnicas.

 

  1. Los obstáculos generados por los actores transformadores sus pensamientos y conductas no La investigación participativa e intercultural de este proyecto enfrenta retos considerables para los grupos de trabajo. La política de ciencia y tecnología federal impone a las instituciones académicas una forma de adminis trar los fondos de investigación que está en constante conflicto con las dinámicas locales. Asimismo, derivado de esta política, los sistemas de evaluación del desempeño académico, en particular, la obligación de publicar en medios científicos, y las formas de propiedad intelectual, deriva en constantes fricciones entre académicos y con los actores locales.